«Cómo ingeniero vivo en un mundo de eficiencias, en el que cada segundo cuenta, todo es medible, trazable y planeado. Aún así desde niño tuve un contacto con otra parte de mi ser, con mayor sensibilidad por lo intangible y más susceptible a el mundo sentimental. Desde entonces comencé a adentrarme en el arte. En un principio fue la pintura y luego la música, pero solo fue a través de la fotografía que conseguí satisfacer está dualidad, polarizada entre dos mundos completamente distintos.»
Fue así como encontré una manera diferente de ver la vida, en el que el tiempo se vuelve sumiso de la experiencia, prolongándolo y manipulando a su gusto. Donde la fotografía es la vez testigo, intérprete y maestro. Nos transporta y dispone de momentos únicos, llevándonos más allá de lo observado, invitándonos a participar en las sensaciones e historias que la cámara se apropio y nos comparte. Permitiéndonos revivir estos momentos perdidos en el tiempo. Cada uno formando por si mismo un universo de sensaciones e historias, que se reinterpretan y transforman con cada espectador, cobrando una nueva vida. Trascendiendo mas allá de la experiencia, exponiendo a cada uno a sensaciones únicas.